Esta es la historia de un diseñador que quería, ser grande y ganar dinero, un día conoció a una persona que se dedicaba a hacer anuncios luminosos, y este le ofreció sus servicios, así juntos comenzaron lo que para el diseñador parecía, un sueño a realizar: vender y comprarse los objetos materiales con los que había soñado.
Todo pintaba bien y hasta "amigos" parecían, el diseñador le tomo cierto afecto de amistad y hasta compasión, por la vida dura que al instalador le había tocado llevar.
oh, oh, por dejarse llevar por lo sentimientos.
El diseñador antepuso estos y conforme el tiempo pasaba el instalador, demostraba su verdadera cara; irresponsabilidad, valemadrismo, nepotismo, cinismo, y todo esos términos negativos, terminados en ismo.
Hasta que un día la novia del diseñador, le hizo ver que la responsabilidades, QUE SE HABÍA ADJUDICADO, NO eran suyas.- mira amor los 5 hijos que tiene el instalador, la casa rentada, y las forma de vida tan precaria no son tu responsabilidad, no intentes darle trabajo mas.
Así se concluye la historia el diseñador, vivió feliz y consiguió un nuevo instalador, de hecho esta en búsqueda, por si alguien se anima.
El Instalador, siguió viviendo por el resto de su vida, así, como lo educaron, o como se educó, precario y sin valores, ni profesionalismo.
Intentó en varias ocasiones disculparse con el diseñador, a lo cual éste, le mencionó, que no tenía nada que disculpar, que lo único que le pedía es que no le molestará más.
Fin.